La ley provincial 14449 de Acceso justo al hábitat, una ley que Madre Tierra acompañó y sigue acompañando establece la obligatoriedad de la implementación de órganos o instancias multiactorales formalizadas. Es decir, Instrumentos de participación formados para garantizar una gestión democrática de la Ciudad. Además de crear el Consejo Provincial de Hábitat, con participación de organizaciones, colegios profesionales, funcionarios municipales y funcionarios provinciales, la ley propone la formación de “Consejos Locales” a nivel de cada municipio. En este marco, analizamos el caso del Consejo Urbanístico Ambiental de Luján.
El acceso al suelo urbano y a la vivienda ha estado siempre signado por una marcada desigualdad. En nuestro país, la falta de políticas adecuadas a través del tiempo llevó a la conformación (en cifras relevadas por el ReNaBap en 2022) de más de 4.400 barrios populares. En este sentido, el Consejo Urbanístico Ambiental de Luján (CUA), enmarcado dentro de la Ley 14.449 de Acceso justo al hábitat, formaliza un órgano multiactorial de participación democrática muy interesante y necesario.
Una situación irregular en la tenencia del suelo
En datos del 2022, el ReNaBap identificó que en nuestro país que el 69% de las familias no tiene acceso formal a la electricidad, el 89% no tiene acceso formal al agua potable, el 98% no tiene acceso formal a la red cloacal y el 99% no tiene acceso formal a la red de gas natural. Además, la inmensa mayoría de las familias no es titular dominial de su vivienda. Las cifras son alarmantes y es por esto que es necesario que se avance en la concreción de las distintas herramientas que se especifican en la Ley de hábitat, una ley que Madre Tierra acompañó y sigue acompañando. Hoy analizaremos el caso de éxito del Consejo Urbanístico Ambiental de Luján.
El Consejo Urbanístico Ambiental de Luján
El 21 de junio de 2020, en el marco del Concejo Deliberante, se aprobó la ordenanza de creación del CUA. Esta conformación es fruto del trabajo de muchas organizaciones de la zona. La novedad es que a partir de su constitución se habilitó la participación de distintxs actores: ciudadanxs y vecinxs de la zona, organizaciones no gubernamentales, consejos profesionales, emprendedores inmobiliarios, y funcionarios del Estado local, tanto del poder ejecutivo como del legislativo. Una particularidad: se establece que los cargos que se creen deberán integrarse respetando la paridad de género y que los puestos se ejercerán por períodos de dos años, pudiendo ser reelectos.
El Consejo Urbano Ambiental de Luján (CUA) es un organismo representativo de la sociedad civil, y asesor del Concejo Deliberante. Sus opiniones y dictámenes son tenidos en cuenta por el HCD y por el Departamento Ejecutivo pero no son vinculantes.
El CUA se ha organizado de la siguiente manera: sus autoridades son el presidente Gabriel Artese, la Vicepresidenta Camila Martucci y el secretario Nicolás Arrue. Por otro lado se han creado comisiones para el tratamiento de temas específicos: Rio Luján y Ambiente, Desarrollo Estratégico y Planificación Urbana, Hábitat y Participación Ciudadana, Espacio y Servicios Públicos y Movilidad Ciudadana, y Desarrollo Productivo, Comercial y Turístico.
En cuanto a sus objetivos específicos, el Consejo tiene dos focos principales:
- Su mirada medioambiental. Atravesado por una concepción integral del urbanismo, incluye y aporta una mirada crítica sobre la problemática urgente que representa la contaminación en todas sus aristas. Así, en la ordenanza podemos leer que se proponen “pautas para el desarrollo urbano ambiental tendientes a establecer líneas de sustentabilidad, igualdad y cohesión del tejido social del Partido de Luján”.
- Su énfasis en la importancia de los proyectos populares. Quiénes habitan el territorio son lxs que poseen más conocimiento de las problemáticas y quienes deben tomar las decisiones referentes a los caminos a seguir. En la ordenanza vemos que se promueve “apoyar las iniciativas de autogestión popular, instrumentos con capacidad operacional y de conducción de los procesos territoriales”.
Del 2020 a hoy, el CUA, entre otras cosas, se encargó de tratar, entre otros temas:
- Durante el primer año se trató el proyecto de construcción de viviendas multifamiliares en el barrio Plumas Verdes a través del financiamiento del ProCreAr. El CUA aprobó la iniciativa del cambio de zonificación, pero recomendó diversas acciones complementarias para mejorar la inserción del emprendimiento en un barrio de baja densidad.
- También se trabajó sobre un programa de reconversión del basural municipal, el cual tendrá su centro ambiental en la vieja estación Sucre de Luján.
- Se trabajó sobre el análisis y propuestas de dos planes de Lotes con Servicios, por un total de 850 lotes, a realizarse en Lezica Torrezuri y en la localidad de Torres. Los proyectos serán financiados por la SISU, Secretaría de Integración Socio Urbana del Ministerio de Desarrollo Social. En el dictámen se cuestionó parte del proyecto urbano y se insistió en la necesidad de incorporar la asistencia técnica y social como parte indispensable del proyecto.
- También se trabajó el expediente por el que la empresa Araucaria Energy, propietaria de la termoeléctrica de Luján, solicita un cambio de zonificación y la excepción a la ordenanza 622 por la que se prohíben en el distrito las industrias de 3ra categoría, es decir, las más contaminantes. El dictámen aprobado por el CUA, luego de muchas reuniones y de un arduo trabajo, fue la negativa a otorgar a la termoeléctrica los permisos para regularizar su situación. Cabe destacar que dicha empresa se instaló en Luján en 2017, sin ningún permiso provincial ni municipal. Actualmente el tema se debate en el HCD de Luján.
- Actualmente se está trabajando en un Anteproyecto de Ordenanza de creación de un Fondo Municipal de Hábitat. Frente a la demanda de más de 15 mil familias por acceso a la vivienda, el CUA propuso crear un fondo específico para proyectos y programas de hábitat. Para financiar al FMH se proponen diversas medidas, que incluyen un presupuesto a asignarse, ingresos por cobranzas de planes habitacionales oficiales, una sobretasa a los predios baldíos y a los bienes ociosos, multas a las construcciones clandestinas de alta categoría, participación municipal en las rentas urbanas de los emprendimientos inmobiliarios que se ven beneficiados con cambios de zona, permisos de uso u obras públicas, entre otras propuestas. Se considera que es “muy importante que el municipio cuente con recursos propios frente a la creciente demanda de viviendas en la zona”.
Algunas conclusiones
Por un lado, nos pareció necesario compartir la importancia de visibilizar estos espacios donde se pueden realizar debates y charlas para avanzar de la forma más democrática e inclusiva posible en lo que respecta a la gestión social del suelo. Si bien son órganos que se marcan como obligatorios dentro de la Ley de Hábitat, en la práctica no se implementan con la urgencia que la problemática amerita. Y por último, en los casos en que los Consejos están creados, no siempre cuentan con una real participación.
El Consejo Urbanístico Ambiental de Luján es un ejemplo de buen funcionamiento de una herramienta institucional de participación ciudadana, que busca transparentar y visibilizar discusiones, proyectos, programas, ordenanzas, con el objetivo de defender los intereses del pueblo en torno a una cuestión tan importante como es la gestión urbana y ambiental del territorio.
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